sábado, 4 de junio de 2016

CONCLUSIÓN


   

Por lo anteriormente escrito se puede comprobar que la semejanza o parecido entre seres de una misma especie no es pura casualidad, sino por el contrario viene dada por una información genética que es transmitida de los padres a sus hijos.

Así mismo toda esta información está en los genes que cada uno contiene, en el momento de la unión cada individuo aporta un 50% de los caracteres ya sean fenotípicos o genotípicos, es importante mencionar que hay caracteres que son hereditarios por una alteración en los genes que puede producir anomalías como pueden ser las mutaciones como el síndrome de Down, la esquizofrenia, hemofilia, entre otros.

Gracias a las Leyes de Mendel hoy en día podemos entender el por qué los individuos pueden tener caracteres semejantes a sus progenitores. Siempre nos ha llamado la atención de como los seres humanos, animales y plantas han mantenido a través de varias generaciones rasgos y caracteres semejantes a los de sus padres, ahora a través de mismo pude comprender que no es solo una casualidad sino por el contrario viene dado por una información genética que todos portamos y damos esta información a nuestros hijos y estos a los de ellos.

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