Por lo
anteriormente escrito se puede comprobar que la semejanza o parecido entre
seres de una misma especie no es pura casualidad, sino por el contrario viene
dada por una información genética que es transmitida de los padres a sus hijos.
Así
mismo toda esta información está en los genes que cada uno contiene, en el
momento de la unión cada individuo aporta un 50% de los caracteres ya sean
fenotípicos o genotípicos, es importante mencionar que hay caracteres que son
hereditarios por una alteración en los genes que puede producir anomalías como
pueden ser las mutaciones como el síndrome de Down, la esquizofrenia,
hemofilia, entre otros.
Gracias
a las Leyes de Mendel hoy en día podemos entender el por qué los individuos
pueden tener caracteres semejantes a sus progenitores. Siempre nos ha llamado
la atención de como los seres humanos, animales y plantas han mantenido a
través de varias generaciones rasgos y caracteres semejantes a los de sus
padres, ahora a través de mismo pude comprender que no es solo una casualidad
sino por el contrario viene dado por una información genética que todos
portamos y damos esta información a nuestros hijos y estos a los de ellos.
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